Por Juan Adolfo Anaya Contreras
Finalizadas las audiencias preliminares contra los primeros judicializados por el caso de la tristemente célebre masacre de Chocho en la que la fiscalía como titular de la acción penal del Estado comunicara cargos al teniente coronel Núñez y sus secuaces – Que es como mínimo pueden llamarse a esos señores- lo que ofrece en los venideros días el proceso es que se aumente el número de implicados en este asunto.
Hecho que para los intereses de la justicia es magnánimo pero para nosotros como sociedad es infortunado, lo expreso así, en tanto no es plausible que delante de más de 10 personas – servidoras de la patria – el funesto teniente coronel haya perpetrado tan execrable hecho.
No es del caso que ahora entremos a generalizar, pues no es el objetivo de estas líneas, pero es que consternadamente se hace necesario rechazar como hasta ahora la comunidad en general lo ha hecho tan repudiable crimen.
A los ya imputados les espera una formulación de acusación, que diseñara la Fiscalía General de la Nación descubriendo los elementos materiales con vocación probatoria que le permitan afirmar con probabilidad de verdad no solo que el hecho delictivo existió sino que los hasta ahora encausados son directos responsables, esa es la finalidad constitucional de acusar ante los jueces de la república, a quienes finalizado el juicio oral, corresponderá determinar si los procesados son penalmente responsables o no.
Hacemos votos para que no tenga cabida en este caso la siniestra impunidad, misma que en miles de casos en Colombia reina, que en este proceso se presentaría, por ejemplo, si luego de 120 días no se presente por la fiscalía que conoce del caso la acusación, o una vez presentada ésta, transcurridos 240 días no se da inicio al juicio oral, o iniciado el mismo luego de 300 días no se haya celebrado la audiencia de lectura del fallo.
Las anteriores son las famosamente conocidas causales de libertad por vencimiento de términos que al todo poderoso rogamos no tengan ocurrencia en esta judicialización.
En cuanto a los que están por judicializar, les aconsejo, preséntense voluntariamente y hagan digna gala del juramento patrio que en su oportunidad hicieron.