#Opinión: Columna de Karen Paola Herrera : ¿Para dónde va Sincelejo?

Fueron los cabildos los que mediante actas de independencia declararon la emancipación definitiva de la Nueva Granada del yugo español. Desde entonces, dichos cabildos (hoy denominados municipios) cumplen la competencia administrativa de garantizar la prestación de los servicios públicos, la construcción de obras de interés general, y liderar las políticas sociales y culturales que demanda el desarrollo de sus habitantes. Para tales fines se les ha dotado a los municipios de instrumentos legales como tener personería jurídica y gozar de autonomía presupuestal.

En Colombia los municipios están clasificados por categorías que van de 1 a la 6. Dicha categorización se hace dependiendo la población y el ingreso corrientes de libre destinación de los entes territoriales. En el caso específico de Sincelejo éste se encuentra dentro de los municipios de segunda categoría, es decir pertenece a las denominadas ciudades intermedias.

Claro está que si se comparan a la capital sucreña con otras ciudades de su misma categoría se puede observar el retraso que en muchos sectores evidencia Sincelejo. Lo más alarmante es que el futuro no es para nada alentador. La nefasta mezcla de politiquería y falta de liderazgo siguen haciendo de las suyas. Me produce incertidumbre Sincelejo.

En medio de la mala hora que atraviesa la capital, se suma el lío jurídico en el que se encuentra el alcalde, Andrés Gómez Martínez, quien enfrenta un proceso en el Consejo de Estado por doble militancia. El burgomaestre de los sincelejanos ha tenido que desentenderse por momentos de sus funciones para viajar y apersonarse de su proceso en Bogotá. En el intento de demostrar su inocencia Gómez ha alternado victorias y derrotas, pues semanas atrás le negaron un recurso de aclaración, pero hace pocos días el alto tribunal le aceptó un recurso de súplica.

Mientras el alcalde sigue nadando intentando no ahogarse en los estrados judiciales y mantener así su credencial como mandatario de los sincelejanos, la ciudad sucumbe ante el caos, la informalidad y la inseguridad. Todo eso sucede en medio de la mirada complaciente de un Concejo Municipal que desde hace mucho tiempo perdió su rol de co-gobierno.

El llamado es también para la ciudadanía en Sincelejo para que el próximo año cuando la democracia los llame de nuevo a las mesas de votaciones procuren anteponer el beneficio colectivo antes que 50 mil pesos o un bulto de cemento y escoger a una persona que en verdad ofrezca una visión clara de futuro.

Espero que la situación del alcalde se resuelva pronto y ante el poco tiempo que le resta a su administración, lo más sano es que culmine su periodo. Pero que procure aprovechar el año largo que le queda para concretar algunas políticas de beneficio colectivo y deje las discusiones inocuas que no conducen a nada. Y ojalá los concejales no se sigan lavando las manos y también procuren hacer lo que les demanda sus responsabilidad constitucional.