Mientras el alcalde de Sincelejo, Andrés Gómez Martínez duda para tomar medidas de choque, como la prohibición del parrillero, para bajarle la velocidad a la propagación del coronavirus, la capital sucreña pareciera entrar en una peligrosa situación de caos sanitario producto de una mezcla de pánico colectivo, información falsa, desinformación y falta de autoridad, que nos están llevando a vivir escenas que parecen sacadas de películas de terror o de cuentos macondianos; ejemplo de ello, son los momentos de horror que vivió una familia de Sincelejo al descubrir, en pleno cementerio que estaban a punto de enterrar un cadaver que no era el de su ser querido; o la noticia de que un paciente fue dado por muerto en una clínica, pero apareció vivo en otra; si al panorama anterior, sumamos las estadísticas que reflejan la velocidad de contagio y la expansión del coronavirus, resulta alarmante la dureza incontestable de los datos: la capital Sucreña aglutina más del 80% de los casos confirmados, y más del 90% de las muertes por covid-19, no es difícil concluir que estamos ante una de las peores crisis de la historia de la ciudad.
Sin embargo, y pese al alarmante panorama en salud pública y sanidad, las prioridades de la administración municipal de Sincelejo siguen siendo las redes sociales y las consecuencias políticas de sus desiciones, y de ninguna manera la salud y vida de los sincelajanos; esto queda en evidencia con el continuado y sostenido de desconocimiento de las recomendaciones científicas y salubridad expuestas por el Ministerio de Salud-MinSalid y del Instituto Nacional de Salud-INS, quienes coinciden en la identificación del parrillero en moto, como el principal vector de propagación del covid-19 en la ciudad de Sincelejo; por ello la necesidad apremiante de prohibirlo por 14 días, como medida de salud pública excepcional, pero el alcalde Andrés Gómez Martínez, no lo hace por el cálculo politiquero de no disgustar a los mototaxistas, sin importarle cuantas vidas se pierdan por fundamentar sus desiciones en la política y no en la ciencia.
Sincelejo por ser nuestra capital, es la ciudad de todos, pero hoy por la falta de autoridad y liderazgo desde su alcaldía, parece la ciudad de nadie.
