El pleito judicial que se ha generado a raíz del otorgamiento de permisos a una empresa y la negación a otra para la realización de conciertos musicales en el marco de las festividades del 20 de enero, han dejado al descubierto los poderosos intereses políticos y económicos que se mueven detrás de lo que debería ser una fiesta cultural y folclórica.
Si bien es cierto que los empresarios pagan considerables sumas de dinero en impuesto, también es un secreto a gritos que los permisos realmente se consiguen pagando millonarias “ tajadas “ por debajo de la mesa y que además se necesita ser amigo del mandatario de turno, pero en esta ocasión hay un ingrediente adicional, según comentarios de tertulias políticas y redes sociales, el alcalde Andrés Gómez sería socio de varios de los espectáculos más rentables de las fiestas, razón por la cual se han negado los permisos a su competencia a pesar de cumplir todos los requisitos y en cambio a su “ socio “ se le han otorgado a pesar de que al parecer le falta uno que otro “ papelito “.
Financiar una campaña a la cámara de representantes es costoso y más si quien la impulsa tiene unos niveles de rechazo e impopularidad tan altos como Andrés Gómez y el candidato es tan malo como lo es Luis David Suarez, entonces, si el pueblo no ayuda con el voto que ayude con la boleta.
Negocio y política por encima de cultura y folclor, la triste realidad de la fiestas enerina en manos de un alcalde que apenas camina.