De no ser por la diferencia generacional, se podría creer que el comunicador y escritor polaco Ryszard Kapuscinski se inspiró en Luis German Rubiano director de El Meridiano para expresar su icónica frase “ Una mala persona jamás podrá ser un buen periodista “ con la que se abren las clases de ética en las principales facultades de comunicación en el mundo.
Sin formación periodística, Rubiano llegó a El Meridiano a liderar una masacre laboral apenas comparable con las ordenadas por Salvatore Mancuso, periodistas y empleados de todas las áreas vieron cómo se esfumaron sus prestaciones y demás derechos laborales con una “ jugadita “ jurídica orquestada desde Montería con la que se “ ahorraron “ cientos de millones con solo liquidar la anterior empresa y crear una nueva.
“ Trabajar en El Meridiano es odiarlo para toda la vida “ dijo un periodista que le dedicó los mejores años de su vida y que la liquidación sorpresivamente lo dejó sin trabajo y con las manos vacías.
Hoy El Meridiano atraviesa su peor momento económico, sin credibilidad y con la oferta de Mancuso de entregarlo como parte de pago para reparar a sus víctimas en lo que podría ser la activación de la cuenta regresiva para su final.
Fracasado como gerente y sin idea de lo que es el periodismo, Luis German Rubiano será el sepulturero de El Meridiano.
