El presupuesto público: un instrumento utilizado por el estado para redistribuir la riqueza

Por Karen Paola Herrera Anaya

A propósito de la reforma tributaria, quise traer a colación el tema, durante mucho tiempo, las explicaciones sobre la lógica y el funcionamiento del capitalismo se han centrado en planteamiento puramente económicos, entendidos desde la idea de la existencia de un sujeto económico racional y de unos mercados capaces de autorregularse. A despecho de ello, Thomas Piketty ha realizado sendas y profundas investigaciones sobre la cuestión de la desigualdad del capitalismo, proyectando la necesidad de la intervención política del Estado.

Para Piketty (2022) la evidencia histórica sugiere que los países más prósperos son aquellos que han logrado redistribuir los ingresos, utilizando las transferencias directas o incrementando el gasto  público en sectores como la educación y la salud. En un artículo publicado a principio de este año en Portafolio, en colaboración con otros autores, Pikettyasegura que el aumento de la tributación aplicada a los privados entre 1930 y 1970 en Estados Unidos permitió una redistribución de recursos para aumentar el gasto público en educación, lo cual redundó en menor desigualdad y una productividad dos veces mayor a la de Europa

En una conferencia dictada en la Universidad Externado de Colombia, Piketty planteó que la intervención del Estado es indispensable en la reducción de la desigualdad en la renta. Para ello, considera que el instrumento de la política fiscal, en manos del gobierno, debe utilizarse de forma transparente, de tal forma que sea posible el análisis y fiscalización del sistema tributario. De igual manera, desvirtúa las tesis de otros autores en cuanto a que el crecimiento económico, per se, no soluciona el problema de la desigualdad, y que incluso, puede tener un efecto de profundización y ampliación de la misma

En Capital e Ideología (2019), el economista francés realiza una propuesta de distribución de la riqueza a través de dos mecanismos. Primero, un nuevo impuesto progresivo al patrimonio total neto, y segundo, el aumento de la participación del voto de los trabajadores en los consejos de administración de las empresas, facilitándoles el acceso a la propiedad mediante la compra de acciones. La distribución de la propiedad es una cuestión crucial en el siglo XXl, sobre todo para mantener a la clase media y revertir su actual desmoronamiento. Tiempo atrás, Rousseau, Prouhdony Marx habían coincidido en que la propiedad privada era un factor de división de la sociedad en clases desiguales. Fue entonces que Keynes agregó unos elementos a favor o en defensa del capitalismo, para realizar las correcciones necesarias a esa tendencia natural del sistema de aumentar las desigualdades. La tesis de Pikettyes que la desigualdad no es algo natural. Debe tener una explicación, una justificación de las reglas que permiten que un ciudadano o un grupo de personas accedan a una propiedad.

Entre los puntos centrales que analiza Piketty, está la tesis de que la propiedad privada no es totalmente particular, debido a que debe mucho al esfuerzo público acumulado, a la apropiación del conocimiento de los demás; otro punto central para el autor, es el papel del Estado y de la política fiscal en la disminución de la desigualdad, especialmente en las cargas tributarias a la riqueza y a la herencia.

En tal sentido, este autor considera más relevante el papel del Estado en la distribución de la riqueza que en la distribución de los ingresos o la renta, lo cual obedece a qué su crítica es estructural al sistema social y económico actual, y especialmente, a sus formas de acumulación y concentración de la propiedad y la riqueza.

El ascenso de los movimientos autoritarios en las distintas épocas de la historia ha tenido lugar producto del incremento de las tensiones sociales que la desigualdad de la riqueza y la concentración de la propiedad provocan en el seno de las sociedades.