El Meridiano, una historia de tinta y sangre

El 23 de abril de 2.015, el tribunal de Justicia y Paz de Medellín ordenó compulsar copias a la fiscalía para que se investigue al presidente del diario El Meridiano de Córdoba, William Antonio Salleg Taboada, por presuntos vínculos con el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, en sentencia contra tres miembros del Bloque Córdoba de las Auc.

Más allá de señalar los indicios sobre una eventual relación entre ambos, el tribunal hace un duro cuestionamiento al papel desempeñado por ese medio de comunicación durante los años de dominio paramilitar en Córdoba. Según la sentencia, éste “sirvió como instrumento para propagar el ideario de los grupos paramilitares y justificar su actuar y su existencia, lo que lo hace responsable ante la ley”.

El tribunal señala que, con sus informaciones, el periódico ayudó a crear una imagen favorable de los hermanos Castaño ante la opinión pública que no solo hizo invisible las atrocidades que venían cometiendo contra la población sino que “la forma cómo se presentaba a los jefes paramilitares, sus discursos y su narración de los hechos contribuyeron a la justificación de sus actos y de las violaciones a los derechos humanos y el D.I.H”. Y añade que “el Meridiano de Córdoba sirvió en distintos momentos como caja de resonancia, justificación del fenómeno paramilitar y como un instrumento para divulgar y propagar el ideario de dichos grupos, lo que lo hace responsable ante la Constitución y la ley”.

El proceso contra William Salleg presidente de El Meridiano está en total impunidad a pesar del robusto acervo probatorio en su contra y “ el pasquín de los paracos “ continúa sembrando terror, ya no con sangre pero sí con tinta y en la actualidad adelanta una campaña de siembra de división y odio contra el pueblo sucreño como retaliación a la negativa del gobernador Héctor Olimpo a entregarle millonarios contratos de publicidad.

Fuente: VerdadAbierta.com