Fiel a lo que ha sido hasta ahora su administración, el alcalde de Sincelejo Andrés Gómez anunció hace pocos minutos en rueda de prensa que las corralejas continuan, con ello contradice los principios del bien común, legalidad y planeación y haciendo caso omiso a las recomendaciones de la procuraduría general de la nación que en las últimas horas lo ofició advirtiendo las falencias que se evidencian tanto en la estructura física de los palcos como en la falta de protocolos de bioseguridad para evitar el contagio del COVID-19, plan de manejo de tráfico, plan de evacuación de emergencia, así mismo no se garantiza el cumplimiento de la ley 1774 de 2016 o ley anti maltrato animal, ya que no se tomó ninguna medida que proteja y evite el sufrimiento de los toros ni de los caballos.
Con su desafío a la procuraduría, el alcalde Andrés Gómez se expone tanto a una sanción disciplinaria como penal, ya que se hace responsable de todo lo que ocurra como consecuencia de las falencias advertidas por el ministerio público, tales como aumento de casos de COVID, sufrimiento, maltrato y muerte de los animales, fallas en la estructura física de la corraleja, y estampida entre otros.
Lejos de la tradición y del interés cultural, todo indica que el factor económico es la verdadera motivación de la osadía del mandatario.